vendredi 30 septembre 2011

es un espacio para la instrumentalización de las culturas locales en aras a la promoción social individual


 Ida Faubert
Su verdadero nombre :
Gertrude Florentine Félicitée Ida
Poeta haitiana nacida en Puerto Príncipe, el 14 de febrero de 1882. Hija única del entonces presidente Lysius Salomon. A la edad de 6 años la Ida y su familia se exiliaron en Francia por razones políticas. Ahí hizo sus estudios y se casó por primera vez. La vida amorosa de la joven casada es agitada, posteriormente a su boda en París, regresó a Puerto Príncipe para casarse con André Faubert. Tuvieron una hija que murió desafortunadamente a temprana edad, a quien Ida escribirá sus primeros versos en un poema que se titula: “Jacqueline”.
A su regreso en Haití, abrió su propio salón literario del jueves en la noche, ahí recibe toda la crema de la literatura haitiana como Léon Laleau, Jean Price-Mars; grandes escritores francés de la talla de Jean Richepin y Jean Vignaud. Sus relaciones con Anna de Noailles le han permitido penetrar mundos que hasta el momento le eran desconocidos, se trata de las escritoras feministas y lesbianas. Su vida literaria ha sido todo un éxito tanto en Francia como en Haití, en 1939, las Ediciones René Debresse publica “Coeur des îles” (Corazón de las islas) una colección de poemas que le ha valido el premio “Jacques Normand” de la Société des Gens de Lettres. Murió en París en 1959.

Poemas de Ida Faubert


Para Jacqueline (a la muerte de su hija)
Hablamos en voz baja, la niña murió.
Sus ojos azules se cierran para siempre
Y he aquí que ya trajeron flores ...
Ya no veré más a la niña que amaba.

Yo sueño, sin duda, y la niña duerme;
¿Por qué, a mi entorno, dicen que está muerta
sobre todo no hay ruido, que nada la despierte,
¿Acaso no veis que mi hija está durmiendo?

Pero se quedó con la boca entreabierta,
Su mejilla es pálida, con la frente fría
Su cuerpecito parece una cosa inerte ...
Arrodíllense, la Muerte ha pasado.

Así que todo se acabó! Tus ojos cerrados
Nunca verán al cielo radiante
Duermes por siempre entre las rosas,
Tú mi sangre, mi carne, oh tú, hija mía!

Nunca veré tu sonrisa bonita
Nunca más me buscarán tus miradas,
tus pequeñas manos que creíamos eran de cera
Nunca, nunca más me tocarán.

Adiós, mi amor, adiós, mi hermosura:
Ya no escucharé más tu risa gozosa.
¡Ah! cómo curar mi triste locura;
¿Cómo vivir todavía! Ya no tengo tus ojos.

Y he aquí de repente la puerta se abre ...
Te arrancaron de mis brazos, mi ángel adorada,
Pero en el ataúd, para que lo lleven,
Cerca del tuyo deposité mi corazón destrozado.

¡Oh! no habléis más, la niña murió...

Pour Jacqueline
Qu'on parle tout bas ; la petite est morte.
Ses jolis yeux clairs sont clos pour jamais,
Et voici déjà des fleurs qu'on apporte...
Je ne verrai plus l'enfant que j'aimais.

Je rêve, sans doute, et l'enfant sommeille ;
Pourquoi, près de moi, dit-on qu'il est mort
Pas de bruit surtout, que rien ne l'éveille,
Ne voyez-vous pas que ma fille dort ?

Mais elle a gardé la bouche entr'ouverte,
Sa joue est bien pâle et son front glacé,
Son petit corps semble une chose inerte...
Agenouillez-vous, la Mort a passé.

Alors, c'est fini ! Tes prunelles closes
Jamais ne verront le ciel rayonnant,
Tu dors pour toujours au milieu des roses,
Toi mon sang, ma chair, ô toi, mon enfant !

Je ne verrai plus ton joli sourire,
Jamais tes regards ne me chercheront,
Tes petites mains qu'on croirait de cire,
Jamais, plus jamais ne me toucheront.

Adieu, mon amour, adieu, ma jolie :
Je n'entendrai plus ton rire joyeux.
Ah ! comment guérir ma triste folie ;
Comment vivre encor ! je n'ai plus tes yeux.

Et voici soudain qu'on ouvre la porte...
On t'arrache à moi, mon ange adoré,
Mais dans le cercueil, afin qu'on l'emporte,
Près du tien j'ai mis mon cœur déchiré.

Oh ! ne parlez plus, la petite est morte...



En el fondo del gran jardín negro
que el ala de la noche rose,
el viento gime su desesperación...
- mas no, es mi alma que está llorando.

En la bruma la ciudad duerme,
Y ahí, por ahí en el camino
¿entendéis? Está lloviendo otra vez ...
- Es mi sangre que se va gota tras gota.

¡Tengo miedo! En la palma de la noche gélida,
Escuchad el aullido del vendaval.
sin lugar a dudas la muerte estuvo por ahí...
- No, no, no! Es mi corazón que se agoniza.



Tout au fond du grand jardin noir
Que l'aile de la nuit effleure,
Le vent gémit son désespoir …
— Mais non, c'est mon âme qui pleure.

Dans la brume la ville dort,
Et là-bas, là-bas sur la route,
Entendez-vous ? Il pleut encore …
— C'est mon sang qui fuit goutte à goutte.

J'ai peur ! Au creux du soir glacé,
Écoutez hurler la rafale.
Sans doute la mort a passé …
— Non, non, non ! C'est mon cœur qui râle.

Fundación PROCULTURA
edicionesprokilti@gmail.com
On twitter: @prokilti

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